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«EL CAÑAVATE», un trovero lorquino muy honrado

Historia y patrimonio

«EL CAÑAVATE», un trovero lorquino muy honrado

Manuel Santiago Contreras nació en el año 1900 en la Diputación de Aguaderas (Lorca).

Era gitano de pura raza, y a pesar de ello contrajo matrimonio con una castellana, María Rodríguez Ramos.
De la unión nacieron seis hijos, cuatro varones y dos hembras, y todos vivian de su trabajo en el campo, unas veces como jornaleros por los cortijos, y en tiempos malos de lo que podía obtener de un pequeño huerto de su propiedad.
Pero ser gitano y querer vivir como los payos le supuso muchos problemas, pues aquella sociedad clasista y llena de prejuicios no le aceptaba.


Se corrió la noticia del robo de un par de mulas en el cortijo » La Cruz del Rayo» en el término municipal de Almazarrón (Mazarrón).


La Guardia Civil preguntó a María » La Hornera», dueña de las cabezas de ganado, y viuda del » Tío Perico el del Salao», si sospechaba de alguien, o si alguna persona ajena al cortijo había estado por allí días atrás.
María, posiblemente angustiada por la valiosa pérdida de los animales, tan necesarios y vitales para las duras faenas del campo, contestó que recordaba haber visto hacía algunas semanas a dos gitanos del campo de Lorca, llamados Antón y “Cañavate”.


Aquella divagación fue más que suficiente, para que desde el cuartelillo de la costa se diera aviso a la Comandancia de Lorca.


Los rumores corrieron por la huerta y llegaron a oídos de “Cañavate” y su compadre Antón, que se personaron voluntariamente en el Juzgado de Instrucción de la Ciudad del Sol, expresando el malestar y la extrañeza que les producía semejante maledicencia.


Pero el juez ordenó que los encarcelaran, aunque su culpabilidad no había sido probada y carecían de antecedentes penales.


Un amigo común, Lucas Guirao López- Carrasco, se apresuró a ir a visitarlos, y le rogó al jefe de la prisión que le permitiera hablar con los encausados.


Así lo cuenta en su libro: » Vivencias Campesinas en la Lorca de Alfonso XIII «, editado en Barcelona, por ECO, S.A, en Mayo de 1989, con ilustraciones del pintor lorquino, Manuel Muñoz Barberan, y prólogo de López de Navas.

(…) Yo aconsejé a “Cañavate», sabiendo que era un magnífico trovero, que le hiciese una copla al juez, insistiendo en su inocencia.

– Cualquiera le canta una copla a un tío de estos

Antón el gitano, que permanecía atento y callado, exclamó:

– Hágale usted la copla, Lucas, que Cañavate se la sopla al juez.

Después de negarme varias veces, insistiendo en que Cañavate se bastaba y que lo haría mejor que yo, me atreví a sugerirle:


-“ Anduve poco por la Audiencia
y jamás fui procesado,
ponga usted cualquier sentencia,
que yo vivo refugiado
en mi conciencia.»

Pero la intervención de Lucas no dio resultado alguno. No les hicieron caso, y Manuel Santiago Contreras » Cañavate», dejó escapar su propio lamento:

– » Ayer cavaba en el llano
con picaza y azadón,
y por un juez, poco humano,
hoy me encuentro en la prisión,
tan solo por ser gitano»

Los trasladaron a la cárcel de Totana, pero a los pocos días quedaron en libertad, al no poder probar la Guardia Civil la implicación de estos implicación en los hechos delictivos.

El ingenio de Santiago, era agudo y mordaz. Una mañana tuvo el encargo de recolectar una cesta de higos chumbos para el abogado José Terrer Pinilla, y como quiera que fuese que las «pinchas» de los frutos se le clavaban por todo el cuerpo, se le ocurrió cantar cuando pasó el señorito a recoger la banasta:

– » Si yo estuviera en la escala
que están varios señoritos
no comería cosa mala,
valen más los pollos fritos
que dos mil higos de pala»

Escarmentado por los golpes del infortunio, y con hambre, acertó a pasar una tarde junto a una » verea» que limitaba una plantación de granados, y cuando fue a coger una granada, para callar las tripas que le resonaban enfurecidas en el estómago, observó que el dueño estaba escondido en un árbol.
«Cañavate» le dijo con sorna:

-» Buenas tardes caballero,
perdone mi libertad,
cuando pasa un forastero
y coge alguna «graná»
¿lo tratan como ratero?

La ocurrencia, y el recuerdo de su paso por la cárcel de Totana, le valieron la indulgencia del amo de la finca.
Manuel Santiago solía ir a trovar a Lorca y sus diputaciones, donde coincidía con otros maestros del trovo, casi todos analfabetos, como Rafael Martínez Cánovas » El Negro» de Zardadilla de Totana.

– » Sin navaja y sin tijeras
viene dispuesto al combat
Manuel Santiago Contreras,
el gitano» Cañavate»
de la Sierra de Aguaderas”

José Luis Alonso Viñegla.- GENTE DE LORCA.

Redacción de Periódico EL LORQUINO Noticias.

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