El gran problema de los celíacos a la hora de alimentarse

Alrededor de un uno por ciento de la población mundial es celíaca. Un trastorno autoinmune que causa intolerancia al gluten y en consecuencia a una larga lista de alimentos que lo contienen. Así, al consumir estos alimentos, diferentes órganos y tejidos se ven afectados, ya que es el mismo organismo el que ataca por error células propias.

Esto, genera que quienes padecen dicha enfermedad, se puedan enfrentar a grandes problemas a la hora de comer. Pues, al ingerir comidas contenedoras de gluten, estos presentan síntomas físicos intensos, tales como vómitos, estreñimiento o diarrea entre otros. En consecuencia, los celíacos tienen prohibido consumir gluten, ya que el único tratamiento existente es mantener una dieta libre de este.

Afortunadamente, en la actualidad la ciencia y la tecnología aportan cada vez más alternativas para los celíacos. Esto se ve reflejado en la producción de alimentos procesados como dulces, bollos y conservas libres de gluten.

De igual forma, han desarrollado electrodomésticos para la preparación de alimentos aptos para celíacos en casa. Uno de los mejores ejemplos de ello son las panificadoras sin gluten, de las que se pueden encontrar los mejores modelos aquí. Estas, permiten consumir deliciosos panes o brioches sin las terribles repercusiones del gluten.

Estos avances, suponen una mejora en el día a día de las personas intolerantes al gluten, pues los celíacos aún se enfrentan a grandes inconvenientes a la hora de alimentarse. Algunos de los más comunes se explican a continuación.

El elevado coste de los alimentos libres de gluten

La producción de alimentos libres de gluten, avanza a pasos agigantados. No obstante, el coste de este tipo de elementos suele ser más elevado que el de los alimentos regulares. En consecuencia, las familias con algún miembro celíaco gastan considerablemente más en alimentación.

Así, cubrir las necesidades calóricas y nutricionales de un adulto celíaco puede requerir de aproximadamente mil euros más al año. Esto, sin duda alguna supone un problema en el presupuesto familiar.

Este incremento se percibe principalmente en la compra de alimentos preparados. Por lo que una alternativa es incrementar la ingesta de alimentos frescos como carne, pescado, leche, huevos, frutas y frutos secos crudos. Así como el uso de dispositivos que permitan preparar comidas sin gluten en casa.

La dificultad de comer fuera de casa

La dieta celíaca puede garantizarse por medio de la preparación de alimentos en casa. No obstante, cuando de comer fuera se trata, la situación suele aumentar su nivel de complejidad. La razón de esto, es principalmente la ausencia de restaurantes alternativos que garanticen platos rigurosamente libres de gluten.

Pues, debido a la naturaleza de su condición, los pacientes celíacos deben ser cautelosos a la hora de salir a comer.  Es crucial evitar la contaminación de sus alimentos con gluten. De lo contrario, las molestias no tardarán en aparecer, ocasionando un gran padecimiento a la persona.

Aún cuando es posible encontrar establecimientos cuyos menús incluyen platos aparentemente libres de gluten, la contaminación cruzada es siempre una posibilidad. Dicha contaminación surge como consecuencia de emplear indiscriminadamente utensilios y equipos para preparar alimentos con gluten y sin él en la misma cocina.

En consecuencia, incluso aquellos platos cuyos ingredientes se consideren aptos para celiacos, pueden contener trazas de gluten. Esto dificulta notablemente las comidas fuera de casa.

Por otra parte, incluso los restaurantes con platos diseñados específicamente para comensales celíacos, disponen de información limitada sobre este trastorno. Por esta razón, los menús no proveen suficiente información sobre los ingredientes. Esto ocasiona que se deba preguntar insistentemente al respecto al camarero sobre los distintos platos y su preparación, algo que termina siendo bastante tedioso.

Comer en fiestas y compromisos sociales

Los intolerantes al gluten, representan una minoría comúnmente olvidada por anfitriones y organizadores de eventos. Así, es poco probable toparse con fiestas, reuniones o eventos que incluyen platos aptos para celíacos.

Además, quienes no están acostumbrados a las exigencias de una dieta libre de gluten, suelen olvidar que esta proteína está presente en miles de alimentos y productos. Por ello, aún en su intento de ofrecer alternativas libres de trigo, pueden incluir alimentos transgresores.

Esto, representa un error de terribles consecuencias para un celiaco. Pues, la ingesta de aperitivos, comidas o bebidas con gluten, ocasionan graves molestias y dolores. En consecuencia, los celíacos deben aprender a combinar su enfermedad con las relaciones sociales.

Seguir una dieta libre de gluten durante un viaje

Ya se han mencionado los problemas de comer dentro y fuera de casa cuando se padece de trastornos celíacos. Sin embargo, los viajes representan un problema mayor a la hora de alimentarse.

Requiere de disciplina y estrictos protocolos, a fin de eludir el gluten en todas las comidas durante el trayecto. Así, al viajar un celíaco debe encargarse de investigar los hábitos alimenticios del lugar, así como las opciones celiacas de las que se dispondrán. En este sentido, puede resultar muy práctico, marcar en el mapa los establecimientos donde se podría comer.

Asimismo, se sugiere comprar huevos, frutas, verduras y otros alimentos frescos muy comunes en diferentes partes del mundo. En caso de tener acceso a la cocina, lo ideal será llevar utensilios propios, a fin de evitar la contaminación de los alimentos a preparar.