ENTREVISTA: FELICIANO PADILLA (FUNDADOR DEL MERENDERO PADILLA)

El  Merendero Padilla ya hace tiempo que trascendió la etiqueta de “restaurante” para adoptar tintes de mito en nuestra ciudad,  erigiéndose desde hace muchos años en referencia para saborear las  noches primaverales y  estivales  de la Ciudad del Sol ; aquí miles de personas confluyen , durante cinco meses al año , para degustar un surtido de tapas tradicionales en medio del oasis que las Alamedas suponen para el centro de Lorca.  

Con motivo del 50 aniversario de su inauguración, su fundador, Feliciano Padilla, nos da las claves en esta entrevista para “El Lorquino” del pasado, el presente y el futuro de este restaurante-institución en la que deja entrever, por lo detallado de sus memorias  y la emoción de sus ojos al contar, que para él también el Merendero trascendió la etiqueta de negocio para convertirse en una forma de entender la vida, en un sentido de existencia.

¿Cuál fue el origen del  merendero Padilla? Cuéntenos…

Pues fue en  1963 cuando tres amigos nos juntamos para  invertir 38 pesetas cada uno para montar un chiringuito en la feria de Lorca, que en aquellos tiempos se montaba en la zona de las Columnas. Y me dijeron “si ponemos el chiringuito, tú tienes que llevar el control” . Yo, lo único que quería  era trabajar y ganar algo de dinero…  Al año siguiente, uno de los socios no tenía ganas de seguir con el chiringuito, y la familia de mi entonces novia y hoy esposa me ayudó para seguir con aquello;  los chiringuitos de aquellos tiempos se montaban con lona, cañizo y palos de cielo raso y, cuando acababa la temporada, había que tirarlo todo y volver a montarlo al año siguiente otra vez.  Era muy engorroso,  así que pensé en hacer una caseta fija y me planteé ya trabajar en esto.

¿Y cómo llegó a las Alamedas, donde está actualmente?

Pues pensé en este sitio para montarme porque me di cuenta que el negocio estaba ahí; en aquellos tiempos la alameda era un lugar muy vivo, donde la gente se reunía para hablar y pasear . Pero al principio no me dejaron ponerla en este lugar. Entonces pedí permiso para montarla en la zona del Puente Nuevo (donde nació mi mujer) , y me lo concedieron. Allí pusimos la caseta el 1 de Mayo de 1966 . Por las noches empezó a haber movimiento de  gente, y los vecinos de la zona preguntaban si es que había algún entierro (risas).

Y el “hoy” de hace 50 años ( esta entrevista se realizó el domingo 26 de junio) fue, para mí, el día clave; hoy, a las 4 de la tarde, estaba hablando con el entonces dueño de este terreno que es hoy el merendero Padilla, pero que en aquellos tiempos era un terreno de olmos , naranjos y limoneros . “Yo te dejo un trozo”, me dijo. El 27 de junio desmontamos la caseta del Puente Nuevo y la trajimos para acá;  abrimos el domingo, 29 de Junio.

¿Cómo recuerda aquel lejano día de la inauguración? ¿Y los primeros años?

Pues aquel día abrimos sin luz ni agua, y así seguiríamos durante dos años, trayendo el agua en garrafas e iluminándonos con velas. ¡Aquel día hicimos una caja de 6 pesetas! Con el paso de los días, mientras se iba dando a conocer , venían 5 o 6 personas al día, y nos dejaban entre 12 y 15 pesetas, los días normales, mientras que en los días de fiesta podíamos ganar entre 50 y 60 pesetas. Y en el 1968, nuestros comensales eran fundamentalmente militares, venían muchísimos a comer, por la cercanía del cuartel. Y así, año a año, hemos ido creciendo y prosperando hasta llegar a ser lo que somos hoy.

Hoy día ofrecen una carta variada de comida, pero ¿cuáles eran las tapas de los inicios?

En aquellos tiempos, sólo teníamos lomos, morcillas y salchichas , que , por cierto siguen viniendo del mismo sitio desde el 1963, cuando trabajaba en el chiringuito de la feria. Las cocinábamos con leña y carbón. No sabíamos hacer nuestros famosos bacalaos y nos tuvieron que enseñar.

El merendero Padilla abre sus puertas cada año a finales de abril, o a mediados, dependiendo del calendario de la Semana Santa.  Imaginamos que los días previos son un frenesí. ¿ Cómo son los preparativos previos a la apertura?

Empezamos a prepararlo todo con 15 días de antelación; de trata de probar nuestros aparatos (neveras, freidoras…) y , sobre todo, de limpiar todo a fondo. Aquí estamos muy pendientes de la limpieza, para nuestro merendero, es una prioridad. No nos tenemos que preocupar de buscar proveedores para los ingredientes, porque son gente de confianza que nos surte desde que empezamos en la feria de las columnas, en 1963.

El merendero Padilla lleva muchos años siendo un éxito multitudinario en la Ciudad del Sol, un clásico de las noches lorquinas que no decae ¿cuál cree usted que es el secreto para mantenerse?

Pues mira, este año estamos haciendo más promoción para celebrar nuestro 50 aniversario , pero a mí no me gusta la publicidad, ni las entrevistas,  me gusta el boca a boca,  y creo que nuestra clave para atraer a tanta gente son dos cosas muy simples; el buen material y el buen servicio.  No tenemos pegas con los proveedores que, como ya le he dicho, son los mismos desde hace muchísimos años (algunos desde 1963) y nos traen una materia de absoluta confianza y de la mejor calidad. Por ejemplo, aquí gastamos solamente un tipo de patata especial , que se llama patata Agria. Para nosotros es la mejor y la buscamos hasta debajo de las piedras, si hace falta. Y nuestra velocidad en el servicio, que no se ve en ningún sitio…

Es proverbial la rapidez , hasta en las noches de lleno absoluto…

Mira, yo estoy siempre en la puerta y de vez en cuando vienen  visitantes de fuera de Lorca que entran y se quedan parados, mirando. Vienen por recomendación, pero ven tanta gente que se creen que vamos a tardar muchísimo en servirles, y les cuesta decidirse a entrar.      Hace unos días, vinieron unos madrileños en este plan y yo les prometí que en un cuarto de hora estarían cenando.  Y cuando acabaron, antes de irse, se acercaron a mí y me dijeron que no se lo podían creer. Esto hace que la gente quiera volver.

¿Cuántas personas aproximadamente se pasan por su merendero cada temporada?

Uff… Me lo preguntan mucho, y siempre les digo “ven, y cuéntalos” (ríe). Te puedo decir que , en un día normal, el récord está registrado en un sábado del  año 2.007; esa noche servimos a 2.562 personas.  De las noches de la feria de Septiembre no hablamos, porque eso no se puede contabilizar. Y estos últimos años me doy cuenta de que vamos subiendo gracias a los teléfonos y a las redes sociales… Cada vez vemos por aquí más caras nuevas.

¿Han servido alguna vez a algún famoso, o alguna personalidad relevante?

Sí, te puedo hablar , por ejemplo, de Fernando Esteso, de Emilio Moro o de Antonio Molina; al cantaor le encantaba nuestro vino. No se me olvidará aquella noche que, en aquella barra (el entrevistado señala el lado derecho del cuadrado que forman las cocinas) se bebió una noche 5 vasos seguidos, y se puso tan borracho que no podía mantenerse en pie. También vienen muchos políticos, regionales y locales. ¡A Varcárcel le encantan nuestras morcillas!

Tranquilice usted a los lorquinos  ¿Cómo ve el futuro del Merendero Padilla?

¡Pues lo veo muy bien! Mis cinco hijos están muy involucrados en el negocio, y, además les encanta. También trabajan aquí cuatro de mis nietos …¡Y los demás, porque aún no tienen edad! (Ríe) . Estoy muy orgulloso de lo que he levantado, tengo grabado el primer recibo de la luz, que pagué yo…

Ana Belén Miñarro. Periódico EL LORQUINO. 29/06/2016