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La leyenda de Kurt Cobain

Cultura

La leyenda de Kurt Cobain

Fernando Cabrera. Periódico EL LORQUINO. 05/04/2016 


 

Aunque no se pueda decir que sea una norma o un patrón fijo, siempre se ha dicho que las mentes más brillantes nunca estuvieron sanas. Siempre hemos visto que artistas geniales y que han pasado a la posteridad, sea cual sea el arte que tratemos, fueron bastante especialitos en su vida personal. Van Gogh se cortó media oreja, Beethoven y Goya eran bastante antisociales, el escritor japonés Yukio Mishima es un caso aparte, pues en un determinado momento de su carrera, comenzó un severo e intenso entrenamiento que lo convirtió en una bestia parda, intentaría dar un golpe de estado y al final acabaría haciéndose el harakiri. Pero puede que ninguno sea tan recordado ni conocido por esta condición de rarito como Kurt Cobain.

kobain

Kurt nació en Aberdeen (Washington) y aunque parecía un niño bastante normal, la separación de sus padres cuando tenía 9 años le marcaría. Siempre tuvo una sensibilidad especial que le hizo vibrar con la música desde su infancia. También se sentía atraído por otras artes como el dibujo, pero cuando su tío le regaló una guitarra a los 14 años lo tuvo claro, quería tener su propia banda. Pero para tener un grupo hay que tener amigos con tus mismos gustos, y eso era algo muy difícil para el joven Cobain, pues, aunque tenía amigos, sufrió acoso escolar por esa marcada sensibilidad, el hecho de que no le gustaran los deportes y prefiriera dibujar y haberse hecho amigo de un joven homosexual.

Su vida personal no era fácil y aunque conseguía tocar a veces, no vería algo estable hasta que conoció a Kris Novoselic, fanático del punk. Esta amistad iría fraguando lo que es el germen de lo que hoy no tiene que ser ni presentado. De esa unión en la que tocaban temas de otros grupos, sólo por diversión, nació Nirvana a mediados de los 80. No tuvieron un batería fijo hasta la llegada de Chad Channing, con el que grabarían el primer disco de Nirvana, muchas veces ignorado y pasado por alto, Bleach (1989). Pero Bleach no dejaba de ser un disco de pop alternativo que tan de moda estaba a finales de los 80 y su recepción fue bastante modesta.

Había muchos grupos iguales y no destacaba en nada. Las influencias de Cobain eran muy variadas, desde clásicos como Led Zeppelin o The Beatles, el punk sencillo de Ramones y Sex Pistols hasta un rollo más alternativo como el de Bowie o Pixies. Por eso, cuando pensó en su siguiente obra, no podía pensar en algo normal, quería algo que no se hubiera visto antes, algo que reflejara su introvertido y desequilibrado interior.

Un nuevo batería, Dave Grohl (ahora líder de Foo Fighters), conseguiría hacerles tocar el cielo con su violentísimo estilo de tocar la batería. Sobra decir que surgió una joya imperecedera llamada Nevermind (1991) y más en concreto el tema Smells like teen spirit. Un éxito tan arrollador e inesperado que condicionó y atormentó a Kurt durante el corto tiempo que le quedaba. Conoció a Courtney Love, se casaron y tuvieron una hija. Aquí empezó un círculo vicioso en el que Cobain ingresaba en centros de desintoxicación para dejar su adicción a las drogas, pero a la vez no era capaz de dejarlas y volvía a reincidir. Muchos decían que su matrimonio le estaba consumiendo y que su esposa acabaría con él. A pesar de todo, los éxitos continuaron llegando en los siguientes trabajos, pero la salud del músico iba en caída libre y en marzo del 94 tuvo su punto más crítico.

Estuvo ingresado en un hospital en Roma y a la vuelta a Estados Unidos, protagonizaría varios escándalos domésticos en los que tendrían que intervenir las autoridades. A finales de ese mes, ingresaría en un centro de desintoxicación del que escaparía al día siguiente. Como siempre se dijo, muchos vieron a Kurt merodeando por su barrio, incluso se supone que su mujer parecía pasar del tema.

El 5 de abril de 1994, con 27 años, se quitaría la vida con un tiro en la cabeza. Especulaciones hay para dar y tomar, incluso quienes dicen que su mujer le asesinó, pero la historia nos dice que se quitó la vida de un plumazo porque se estaba apagando y eso no lo podía permitir. Tres días tardarían en encontrar su cuerpo sin vida, pasando a convertirse en una leyenda de la música y entrando a formar parte del triste club de los 27 junto con algunos de sus ídolos. Y aunque se trate de una de las leyendas de la música moderna, hace ya 22 años de aquel fatídico hecho, casi nada.

Redacción de Periódico EL LORQUINO Noticias.

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