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“TIERRA DE ZAGALES”, EN ÁGUILAS, LA ESCUELA DE APRENDER FELICIDAD

Educación

“TIERRA DE ZAGALES”, EN ÁGUILAS, LA ESCUELA DE APRENDER FELICIDAD

Ana Belén Miñarro. Periódico EL LORQUINO. 07/07/2016 

educacion libre

En estos días de opositores, de resaca de notas y resultados; de tiempos revueltos en materia educativa, de pactos  que no acaban de llegar y de leyes cambiantes que no acaban de cuajar, de políticos, padres y alumnos que disienten;  de bilingüismos obligatorios , de informes PISA que no alcanzan y  de incertidumbres hacia el futuro del sistema, existen aquí en nuestra Región, en nuestro vecino municipio de Águilas, un puñado de padres que no se conforman y , en silencio, han conformado su propio proyecto educativo llamado “Tierra de Zagales” . Uno de sus fundadores e integrantes explica para “El Lorquino” el funcionamiento de esta peculiar escuela , regida por las únicas leyes de la naturaleza, la libertad  y la fuerza del disfrute.

“ Nuestro pequeño no quería estar en el cole en Infantil,  y lloraba a diario, pero, como la mayoría , creíamos que el sistema educativo formal era lo mejor que había para la formación de nuestro hijo”, comenta la pareja de Águilas artífice del proyecto de educación alternativa “Tierra de Zagales”.  

 Iban transcurriendo los días hasta que  los padres del niño decidieron a  dar carpetazo a esta situación , y empezaron a replantearse muchas cosas, a mover cielo y tierra, buscando opciones para una educación distinta,  que se adaptara a la  naturaleza de su  criatura.  Así, esta pareja del municipio de  Águilas empezó a investigar y a buscar información  hasta llegar a “Ojo de Agua”, una escuela libre de Valencia , que se autodefine  como un lugar en el que cada aprendiz ha de encontrar su propio camino, un lugar en el que aprender no es distinto de vivir.

 Y, aprovechando los días festivos  del Carnaval aguileño, estos progenitores se plantaron allí, y se dieron una semana de prueba para ver si su hijo disfrutaba de las bondades de este centro tan diferente.  “El niño no puso ninguna pega, circulaba libremente de un lado para otro en cada sesión y yo, que estaba allí con él, observándolo y acompañándolo, vi que con ese método se respetaba la autorregulación del niño”, recuerdan.  

El padre, hasta ese momento profesor de Secundaria en un instituto  en Águilas, hizo suya esa filosofía educativa y no dudó en pedir una excedencia en su trabajo  para, junto con otra familia aguileña que compartía las mismas inquietudes, desarrollar un proyecto de enseñanza   heredero  de “Ojo de Agua”, al que llamaron “Tierra de Zagales”.

 “Hasta ese momento, yo estaba encantado con mi trabajo, con mis vacaciones y con mi sueldo, y nunca me había planteado la conveniencia o no de la educación formal; ahora, mi pareja y yo hemos decidido anteponer otras cosas al dinero”, reflexiona el ex profesor.

El proyecto “Escuela de Zagales” en Águilas es  una más entre  las escuelas libres  en España, que ya sobrepasan el centenar, y que funcionan al margen de lo establecido por las leyes educativas;  aunque es  ésta una  tendencia que va al alza,  solo  algunos de estos proyectos  están dentro del marco legal  aunque, oficialmente, sus alumnos no están escolarizados. Y ALE  (Asociación por la Libre Educación) , pelea desde hace siete años para conseguir en nuestro país el mismo reconocimiento de la que la educación libre o en el hogar goza en otras naciones, tanto en América como en Europa ( Reino Unido, Francia, Canadá…).

Hoy día, Escuela de Zagales está formada por  siete niños y sus seis familias, que se reúnen cada semana de modo asambleario para tomar decisiones respecto a la organización y gestión del proyecto y su financiación, y para hablar sobre la evolución de sus hijos “desde el más profundo de los sentimientos”.  Allí los niños aprenden supervisados todos los días por dos adultos; el padre de dos de los chavales, en excedencia  de sus tareas profesionales, es fijo todos los días y el resto de padres  van rotando a lo largo de la semana;  recientemente, y sólo para los jueves y los viernes, ha sido contratado para el proyecto un acompañante nuevo diplomado en Magisterio y con conocimientos de Música e Inglés.

“En este proyecto,  no seguimos una línea ideológica o metodológica concreta, aunque hacemos cursos  con especialistas en Montessori y utilizamos algunos de sus materiales. Además, no somos nada rígidos, y nuestra pedagogía es muy activa ¡Siempre estamos cambiando cosas!   Eso sí, hay cuatro raíces fundamentales que son la esencia del proyecto; la autorregulación (los niños son los que eligen cuándo, cómo y qué hacer), el acompañamiento (los adultos no instruimos a los niños, respetamos su aprendizaje como proceso natural aun que poniendo límites) las decisiones en asamblea (todas las decisiones que afectan a Tierra de Zagales se toman en conjunto, tanto por parte de los adultos como de los niños) y el contacto directo con la naturaleza”.

¿Cómo es un día para los alumnos de Tierra de Zagales?

Los lunes comienzan con una pequeña sesión estructurada; se plantea una pequeña cooperativa de juego, que dura de 10 a 15 minutos. A lo largo de la mañana, los niños trabajan dinámicas de concentración mediante un taller a elegir entre lectoescritura, trabajos de huerto, carpintería o construcción;  se construyen su propio aprendizaje manipulando, creando, especulando,  y luego experimentan un tiempo de expansión mediante  juegos simbólicos y colchonetas.         

                                                                                                                 En el paisaje, no hay aulas, ni pupitres, ni sillas, sino los bellos campos y playas del municipio aguileño, fuente de recursos de enseñanza y escenario privilegiado para que los chicos se arrastren, trepen, salten libremente, jueguen y hagan las recreaciones que deseen. Tampoco existen los horarios, ni para levantarse ni para comer, ni para tocar la tierra ni para subirse a un árbol; ni, por supuesto, las notas. “Los niños nos preguntan si nos gusta su trabajo, nosotros les respondemos; ¿has disfrutado haciéndolo?”

En este punto, cabe preguntarse de qué manera se plantean las enseñanzas instrumentales en este proyecto alternativo de aprendizaje. “Las matemáticas se trabajan mediante juegos de cartas, como el póquer y la brisca, y haciendo montones con piedras y palitos; les doy instrucciones y así aprenden a contar, sumar y restar” detallan desde Tierra de Zagales. Además les encantan los libros y las historias, aunque aún no tienen la comprensión lectora muy desarrollada; no hay edad establecida para aprender a leer, lo hacen cuando les surge la  inquietud.  La Educación Física ya va implícita en el método, por ejemplo cuando nuestros hijos  trepa los árboles más altos. Y el Arte también está muy presente; ¡ los niños dibujan y  hacen unos bodegones estupendos!  Además van aprendiendo algunas palabras en inglés, aunque aún no se ha planteado un método estructurado”.                                                                            Por otro lado,  no se practica ninguna religión , aunque no se escatima en respuestas si hay curiosidad de los niños por el tema, porque, en el futuro , ellos tendrán que elegir su ateísmo o credo personal. 

Según esta forma de concebir la educación, no hay que forzar los aprendizajes porque las cosas surgen,  salen de forma natural, de acuerdo a la curiosidad innata de los niños, y sus preguntas surgen por el puro interés de aprender, de descubrir el mundo que les rodea. Y todo contenido es válido,  digno de ser aprendido, mientras  los niños se van improvisando  su propio currículum día a día, hora a hora, de acuerdo a sus apetencias, deseos y capacidades. ¿Cuántos tipos de caracoles hay? ¿Y de cangrejos? ¿Por qué el cielo es azul? ¿Para qué sirven las algas?  ¿Qué se necesita para pescar?

Pero esta manera de proceder, donde los niños eligen en todo momento qué quieren aprender, puede ser una fuente potencial de conflictos en cuanto a la imposibilidad de atender a la vez a la  diversidad de intereses de los distintos alumnos.  Éstos se intentan solventar siempre siguiendo dos criterios fundamentales; la concesión y el respeto. “Al principio, todo se decidía por votación, pero cambiamos el sistema para evitar excluir a la minoría; así que luchamos para que todas las decisiones en nuestro día a día  sean consensuadas,  donde las cesiones y los pactos estén presentes”.

 Y es que el respeto es la norma fundamental que va implícita en la autorregulación  con que se están desarrollando estos niños ; el respeto al otro, el respeto al material…

 “No creemos que la libertad que propugnamos pueda dar paso a una concepción anárquica de la sociedad. Por el contrario, estamos casi seguros de  que nuestros niños van a ser más conscientes de las cosas del mundo. Demasiadas normas nos hacen sumisos, nuestro sistema quiere sujetos dóciles  para producir sin parar y no quejarnos y así basamos nuestra vida en tener un trabajo, una casa, un coche”

“Nuestro propuesta de sistema educativo no es mejor ni peor, y respetamos al que no piensa como nosotros , porque todos buscamos lo mejor para nuestros hijos.  Pero desde nuestro punto de vista, el sistema basado en la competitividad, en los deberes, en los sistemas de castigos y premios de acuerdo al expediente, no es el más apropiado ; la educación y por ende, la sociedad,  necesita un cambio y lo tendrá. Podríamos haber intentado hacer el cambio desde dentro, pero hubiésemos  tenido que esperar hasta que nuestros  hijos tuvieran más de  20 años, así que decidimos  empezar  para ellos nuestra propia revolución,  a nivel personal” . 

Además, esta manera tan particular de formación de los niños no plantea a los padres inmersos en el proyecto ninguna disyuntiva o preocupación extra respecto a su futuro académico o profesional , en una sociedad fuertemente obsesionada por el rendimiento, los  títulos y la acumulación de conocimientos que les faciliten una posición de privilegio en un hipotético complicado futuro laboral .

   “Nuestros  hijos tendrán nuestro apoyo emocional para hacer lo que ellos quieran , estarán aquí hasta que deseen; en cuanto cambien de idea, irán a una escuela tradicional. Después tendrán que seguir los cauces formales para opositar , o para ser astronautas o fontaneros, y creo que llegarán en las mismas condiciones que los demás porque un sistema formal no asegura nada;  allí, unos aprueban , otros no, unos aprenden, otros no. ¿acaso las escuelas normales te garantizan que tu hijo vaya a ser un gran médico? Con la diferencia de que , en nuestro proyecto, los  sentimientos y emociones de los chicos se han respetado en todo momento,  y no han tenido cargas en contra de su voluntad”.

Y es que, en el fondo, esta particular revolución educativa, no tiene tanto que ver con criterios didácticos o pedagógicos o con la eficacia o aplicación de los aprendizajes recibidos, sino con una forma de concebir la vida , muy alejada de la del  estrés , del yo más que tú, del más es mejor ; la que tiene por imperativo la FELICIDAD y, según Tierra de Zagales, “ la de hacer lo que te dicta tu corazón”.

Redacción de Periódico EL LORQUINO Noticias.

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