Europa
«Tolerancia cero con el tráfico internacional de personas»
Las autoridades austríacas han confirmado hoy viernes que asciende a 71 personas el número total de fallecidos encontrados en el día de ayer en un camión frigorífico.
El vehículo fue encontrado ayer jueves 27 de agosto abandonado en el arcén de una autopista A4, cerca de la localidad de Parndorf, al este de Austria
Además se ha precisado que son 59 hombres, 8 mujeres y 4 niños (una niña de 2 años y tres niños de 3, 8 y 10 años).
El jefe de la policía, Hans Peter Doskozil ha afirmado: «Se ha encontrado un documento de identidad sirio entre los cuerpos, así que suponemos que se trata de un grupo de refugiados de esa nacionalidad» y que murieron por asfixia.
Por otro lado, el director de la policía también ha confirmado que han sido detenidas en Hungría tres personas, dos búlgaros y un afgano con un documento de identidad húngaro, a su vez han sido emitidas otras órdenes de detención europeas.
Los tres detenidos son el propietario del vehículo, un búlgaro de origen libanés y otros dos, posiblemente los conductores. El vehículo, un camión de 7,5 toneladas perteneciente a una empresa de alimentación y matrícula húngara.
Según han afirmado las autoridades, todo apunta a una organización criminal formada por húngaros y búlgaros. Las autoridades austríacas han establecido un gabinete de emergencia, se aumentará el número de agentes para reforzar los controles en todos los pasos fronterizos.
Se ha podido establecer que el camión salió a primera hora del miércoles de Budapest o alrededores y en el momento de su hallazgo llevaba al menos 24 horas abandonado.
Las víctimas habían muerto entre 36 y 48 horas antes de su descubrimiento que ya se encontraban en avanzado estado de descomposición, de ahí que haya sido tan difícil su recuento.
La Ministra de Interior austríaca, Johan Mikl-Leitner ha pedido: «tolerancia cero internacional con el tráfico de personas» y recuerda que «se trata de criminales, no de personas que ayudan a los refugiados a alcanzar su meta». Estamos viendo a diario miles de inmigrantes que intentan entrar en Europa y por desgracia, muchos de ellos llegan sin vida.
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), 2.373 personas han perdido la vida en el Mediterráneo en su intento de llegar a Europa en lo que va de año.
El pasado martes, cerca de 50 cuerpos sin vida fueron localizados en la bodega de una barcaza, hallada en el Canal de Sicilia por una embarcación sueca. Las víctimas podrían haber muerto debido a los humos de los motores.
Otros 218 refugiados, 40 de ellos menores no acompañados en su mayoría, localizados en el puerto de Catania, este rescate realizado por el Ejército de Catania.
Durante la intervención hallaron el cuerpo sin vida de un joven de 20 años que murió durante la travesía a causa de una diabetes que padecía.
Según los testimonios recabados por la ONG Save The Children: «los niños habrían viajado en la bodega cuando el barco zarpó pero, para poder subir a cubierta para poder respirar, fueron obligados a pagar»
Esta mañana de viernes dos nuevos naufragios se han producido en el Mediterráneo.
Una barcaza con unos 400 inmigrantes naufragó en las proximidades de Zuwara, cerca de Túnez, una ciudad libia de la que parten muchas naves con inmigrantes.
En este naufragio han fallecido unas 200 personas, también por asfixia, en la bodega del pesquero.
Los supervivientes de este naufragio, procedentes de Siria, Sudán, Guinea, Palestina, Pakistán, Irak, Bangladesh, Túnez y Marruecos están dando detalles de el horror que han vivido.
Muchos de ellos relatan que los traficantes que iban en la nave utilizaron gran violencia con palos y cuchillos para impedirles salir de la bodega.
Estos son solo algunos de los casos de esta crisis migratoria que hay en Europa. Contrabandistas de personas que cobran miles de euros por un pasaje, condiciones infrahumanas y la muerte en la mayoría de los casos.
Si se tienen en cuenta los datos de los últimos 365 días, han muerto tratando de llegar a las costas de Italia, Grecia y España un total de 3.573 inmigrantes y refugiados, lo que supone una media de unas 10 muertes al día.
Una tragedia humanitaria, ya que estas personas vienen a Europa huyendo de sus países de origen debido a conflictos armados y a crisis humanitaria para simplemente ser presa fácil de organizaciones criminales que lo único que hacen es lucrarse con sus vidas.
El comercio humano mueve más de 35 millones de euros, el comercio del dolor.
Redacción: Ana Martínez Perán. Periódico EL LORQUINO.
