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Qué tipo de cabecero es mejor

SALUD

Qué tipo de cabecero es mejor

Comprar cabeceros de cama con un sesenta y cinco por ciento de descuento más otro cinco por ciento adicional es posible. Se aproxima el Black Friday, una fecha pensada para promociones especiales, y TopDormitorios quiere sumarse a esta “fiesta de los descuentos”. Pero el precio no debe de ser el factor determinante a la hora de elegir un cabecero.

Qué tipo de cabecero es mejor. Ésta es la cuestión que hay que plantearse antes de tomar decisiones. Elegir el cabecero más apropiado es tan importante como elegir un buen colchón. Existen a la venta cabeceros de cama en TopDormitorios para todos los gustos y con unas ofertas impresionantes. Pero lo más importante a la hora de elegir uno no es lo que cuesta. La cuestión es acertar con el que mejor vaya para nosotros. He aquí una serie de cuestiones que conviene conocer para que el cabecero no nos quite el sueño.

Lo primero que hay que saber es lo que es un cabecero, sus utilidades, sus estilos y sus características. Pues bien, el cabecero es esa pieza fabricada con un tablero plano, colocado en la parte superior de la cama, donde se sitúan las almohadas. Es decir, donde ponemos la cabeza. De ahí su nombre.

Los cabeceros pueden estar fabricados con materiales muy diferentes, lo que condiciona su mantenimiento. Con frecuencia, el cabecero va tapizado o forrado. Esto se debe a que su función originaria era que la persona que durmiera en la cama no se rozase ni se pegase algún golpe accidental en la cabeza contra la pared.

Hoy también es útil para que las almohadas que utilizamos, así como los pijamas, camisones u otras prendas que podemos colocar bajo dichas almohadas no se caigan al suelo por el hueco que existe entre la pared y el colchón. Otra utilidad, aunque no todos la tienen, es la del almacenamiento, en función del modelo y del diseño de los que estemos hablando.

Qué tipo de cabecero es mejor: utilidad y estética

El cabecero es asimismo un elemento que, con mucha frecuencia, marca o influye en la decoración del resto del dormitorio. Por esto, elegir un cabecero inapropiado y que desentone con el resto de la habitación puede resultar un serio problema.

Hay que atender a la decoración de la habitación en su conjunto, y no sólo pensar en otros aspectos del cuarto, como por ejemplo el tamaño de la cama, o su estilo, o el colchón que va en ella. Quien se asegura de elegir un buen cabecero evita que luego vengan inconvenientes que puedan quitar el sueño.

En TopDormitorios se considera que el cabecero es un componente de la cama que marca el aspecto de ésta. No sólo tiene las funciones prácticas que hemos explicado anteriormente. También está llamado a realizar una importante labor estética y puede producir efectos ópticos de agrandamiento y de disminución del tamaño de la cama o del dormitorio en general.

Hay muchos factores a tener en cuenta a la hora de escoger un cabecero para el dormitorio. Antiguamente los cabeceros solían ser de madera o metal. Hoy se fabrican con materiales diversos: vinilos, por ejemplo.

Los colores son importantes. Habrá que tener en cuenta los tonos de los muebles y de las paredes del dormitorio, aunque la gama más usada son los cabeceros con tonos tierra, chocolate, vino, blanco y negro.

El tamaño. Se recomienda que el cabecero sea más ancho que la cama, por al menos cinco centímetros a cada lado. Y si a la persona le gusta apoyar la espalda en él, lo mejor es que el cabecero la cubra por completo.

Tipos de cabeceros

Uno de los tipos de cabecero más utilizados son los llamados cabeceros de forja, con diseños originales y multitud de formas y colores. Estos cabeceros son plenamente válidos en diferentes estilos de decoración. Su ventaja es que están fabricados con un material duradero. Su mantenimiento es sencillo.

Hay cabeceros de forja para camas infantiles, camas de matrimonio y camas de las más variadas medidas. Son utilizados en tendencias minimalistas o rústicas.

Otro tipo de cabecero muy utilizado es el que está tapizado o hecho con tela. Está acolchado y se lleva mucho para los dormitorios modernos. Los modelos tapizados y hechos de tela son acogedores y cómodos. Los hay de los más variados colores, pero en la tendencia de los últimos tiempos impera el tapizado de color blanco.

El cabecero tapizado o acolchado es susceptible de tener muy diferentes colores, lo que le hace más versátil a la hora de ser utilizado en cualquier habitación. El cabecero fabricado con tela es el que más entona si el dueño es un aficionado a la lectura metido en la cama, o para el que le gusta ver la televisión. Es un cabecero muy cómodo y tiene un magnífico respaldo.

Los cabeceros de madera son los más tradicionales, los de siempre a lo largo de todos los tiempos, puesto que la madera es un material utilizado en todas las épocas. En principio formaban parte del conjunto y de la base de la cama. En la actualidad, son piezas independientes de estilo rústico.

Siendo un tipo de cabeceros de los que se llaman “de toda la vida”, los que van lacados son de estilo moderno. Los que van lacados en blanco tienen mucho éxito.

Cabeceros pintados o vinilos. Son juveniles y muy variados. Tienen como característica común que permiten una gran creatividad a la hora de decorar el resto de la habitación. Presentan diferentes formas y colores.

Cabeceros originales. Son los que se hacen por encargo o artesanalmente. El cliente quiere adaptar a su estilo personal y se decanta por una línea concreta de materiales y decoración.

Cabeceros tapizados piel. Este tipo de cabeceros da un toque muy natural y acogedor a la habitación. Suelen ser cabeceros hechos con materiales de la máxima calidad y duran mucho. En TopDormitorios existe una oferta enorme de pieles diferentes para poder tapizar el cabecero.

Mantenimiento y conservación

Los cabeceros tapizados y de forja necesitan un mantenimiento específico que los haga más duraderos. Para limpiar los tapizados hay que pasar la aspiradora y después, si se quiere, se puede limpiar con agua u otros limpiadores para los tapizados.

La limpieza de los cabeceros de forja también se inicia con una aspiradora para quirtar el polvo acumulado, sobre todo en los recovecos. Después, se limpian en profundidad con un paño húmedo. Si hubiera alguna mancha de óxido, hay que usar un producto desoxidante. Después de todo0 esto hay que secarlos para eliminar los restos de los productos de limpieza utilizados, y conviene aplicar una cera especial para proteger el metal.

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Redacción de Periódico EL LORQUINO Noticias.

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