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Cómo reconocer productos congelados de calidad

Cocina

Cómo reconocer productos congelados de calidad

Saber reconocer los productos congelados de calidad es vital para cuidar de la propia salud y la de toda la familia. Los congelados son grandes aliados en la cocina actual, pero solo si estos han sido correctamente seleccionados y han cumplido con todas las garantías de seguridad hasta llegar al consumidor

La mayoría de los consumidores, a la hora de llenar la cesta de la compra, se basan fundamentalmente en dos factores para seleccionar aquellos productos que adquieren. Estos factores son la calidad y el precio. En la medida de lo posible, esto dos conceptos deben estar equilibrados para llegar a un público mayor.

Con los productos congelados ocurre exactamente lo mismo, pues se nota una gran diferencia entre los productos congelados de calidad alta y baja. Y no solo se trata de sabor, cuya diferencia es bastante notable, sino de seguridad en cuestiones de salud.

Si todo el proceso de congelación se lleva a cabo en condiciones óptimas, y no se rompe en ningún momento la cadena de frío, no solo se disfrutará de mejores platos, sino que estos será más saludables. Los alimentos habrán conservado todas sus propiedades y, además, no se pondrá en peligro la salud por intoxicaciones al ingerir alimentos de mala calidad o en malas condiciones para el consumo.

Manumar; referente de calidad en productos congelados en la comunidad valenciana

Un claro referente en productos de congelados lo encontramos en la empresa valenciana Manumar.es/, con más de 30 años de experiencia en la importación, elaboración, venta y distribución de congelados para la alimentación.

Se trata de una empresa mayorista que ofrece para la comunidad valenciana todo tipo de productos alimenticios destinados a la restauración y a la hostelería. En la web referenciada en el párrafo anterior, se puede ver la amplia variedad de productos que comercializan.

Congelados; ¿cuáles sí y cuáles no?

Al igual que ocurre con los productos frescos, no todos los congelados son iguales. Si se tienen en cuante algunos productos, como pizzas, lasañas o precocinados, estos están altamente procesados, sin importar si se compran congelados o no. En la medida de los posible, siempre hay que huir de ellos, pues son los principales causantes de la obesidad, la diabetes y el cáncer.

La clave está en la etiqueta

Una clave para diferenciar los buenos productos congelados de los que no lo son es fijarse en la etiqueta. Para huir del procesado perjudicial para la salud, hay que mirar atentamente los ingredientes y ver si se parecen lo máximo posible a un plato casero. Por ejemplo, en las verduras congeladas no se deben encontrar ningún tipo de aditivos para que sean lo más saludables posible, ya que el frío es el que actúa como único método de conservación.

Congelar en casa no es lo mismo

Es preferible comprar los alimentos ya congelados, mientras sean de calidad, que congelarlos en casa. El motivo es que la congelación industrial usa materia prima fresca y es mucho más efectiva que la doméstica porque congela un producto fresco en óptimas condiciones. Este tipo de ultracongelación que se utiliza hoy en día, que es muy rápida y a muy baja temperatura, hace que se mantengan todos los nutrientes intactos.

Verduras y frutas, ¿son buenas congeladas?

En las frutas y verduras no se encuentran apenas diferencias entre las propiedades nutricionales de las frescas y las congeladas. Uno de los motivos es que las que se seleccionan para ser congeladas se recolectan en el momento justo, cuando apenas han perdido su valor nutritivo.

¿Y la carne y el pescado?

La congelación en el caso del pescado es un proceso muy conveniente, pues mantiene el valor nutricional y evita la aparición y la proliferación de bacterias. Esto es así siempre y cuando no se rompa la cadena de frío, por lo que se deben mantener las temperaturas adecuadas de congelación desde que el pescado se congela hasta que llega al hogar.

Si se hace de este modo, si se respeta toda la cadena de frío, entonces el pescado conserva todo su alto valor biológico en relación a proteínas, ácidos grasos insaturados, entre ellos el omega-3, las vitaminas y los minerales.

En cuanto a la carne, también se consigue mantener todas sus propiedades nutricionales, pero si se observa una diferencia. El proceso de congelado y descongelado rompe las fibras y hace que pierda hidratación, por lo que la textura final al elaborar el plato es distinta.

¿Por qué suelen ser más baratos los productos congelados?

Y llegamos a un punto que al menos llama la atención a muchos consumidores, si se tiene en cuenta que, como se ha visto, los productos congelados no solo conservan todas sus propiedades, sino que en muchos casos son más seguros, cabe preguntarse ¿por qué es más barato?

El menor coste tiene una explicación muy sencilla. El secreto está en que se recolectan en las épocas de mayor oferta y abundancia, cuando el precio es más barato. Aun así, y aunque esto es lo habitual, se pueden encontrar productos congelados que superar el valor del fresco, y esto es debido a que la calidad de producto cuando se recolectó es superior al que se está comprando fresco.

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Redacción de Periódico EL LORQUINO Noticias.

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