¿Stairway to Heaven, un plagio?

Fernando Cabrera. Periódico EL LORQUINO. 14/04/2016 

Hace dos años se hizo pública una demanda hacia el mítico grupo Led Zeppelin por el plagio del tema Stairway to Heaven. Con el paso del tiempo parecía que la cosa se había dejado en el olvido, pues era ridículo, pero esta misma semana un juez estadounidense ha decretado que un jurado popular se hará cargo de decidir si hubo plagio o no. ¿Nos la colaron los Zeppelin?

Permitid que me ría un poco. En el mundo de la música existen dos tipos de seres: los artistas de verdad y los chupasangres. Los artistas de verdad, como lo fueron los integrantes de la banda estadounidense Spirit, puede que vieran unas similitudes y que cierta molestia les invadiera, pero nunca quisieron ver la maldad en aquella semejanza. Su principal compositor, Randy California, creó Taurus en 1967, una canción de menos de tres minutos (Stairway to Heaven dura ocho) a cuyo inicio suenan unos acordes de guitarra que recuerdan mucho al tema de los Zeppelin. Estamos hablando de unos veinte segundos de acordes, unos acordes que en aquella época eran de uso más que frecuente y que, ojo, no son iguales, sino parecidos.

Lo de chupasangre va dirigido hacia Michael Skidmore, el administrador del fallecido Randy California, pues cuando ya casi no queda miembro alguno de la banda que pueda interceder en la patética denuncia, se ha dedicado a demandar a los míticos Zeppelin para poder sacar beneficio de una pequeña casualidad que dura veinte segundos y que no tiene nada que ver.

A finales de los 60, Led Zeppelin y Spirit tocaron juntos en algunos conciertos y en esa coincidencia se supone que se produjo el robo de acordes por parte de Jimmy Page (guitarrista de Led Zeppelin). Lo indignante es que alguien que no compuso nada para Spirit, sino que simplemente se beneficia de los restos de una banda trabajadora como un carroñero, quiera sacar tajada tantos años después, aprovechando esta coincidencia/guiño/inspiración.

No es la primera vez que Led Zeppelin ha tenido que hacer frente a demandas por plagio, pero no es lo mismo un plagio que un homenaje. El problema llega cuando el

homenaje o canción inspirada en la otra tiene mucho más éxito que la original. Entonces las envidias y las codicias entran en juego y sacan lo peor de muchas personas. Porque los Zeppelin no son los únicos artistas que ha tenido que lidiar con este tipo de denuncias. Radiohead y su famosa Creep, My Sweet Lord de George Harrison o Come together de los Beatles fueron demandadas por otros artistas que vieron algún pequeño parecido entre su canción y la demandada Lo que pasa es que normalmente surge la denuncia cuando esa canción se convierte en un éxito y la tuya pasa un poco desapercibida. 

Me parecería indignante que una de las canciones más bellas de la historia de la música (o puede que la más) tuviera este manchurrón sobre ella, ensuciando su mágica, elegante y preciosa factura; y todo por un hombre que parece que no estrujó lo suficiente a unos músicos, sino que aprovechando que han muerto, en nombre de ellos, denuncia a un grupo mítico por una simple canción.

Una canción que nos hace evocar otro mundo, entre lo espiritual y lo mundano; tierna balada y dura canción de rock al mismo tiempo. Y es que no desmerece, en absoluto, Taurus, la canción de Spirit; maravillosa, tierna e instrumental, pero que no tiene nada que ver con la Escalera hacia el Cielo más allá de cuatro acordes que intentan ensuciar el nombre de unos enormes músicos como fueron Jimmy Page, John Paul Jones, Robert Plant y John Bonham.

Seguro que, allá donde esté el difunto Randy California, se estará preguntando que si su representante es idiota o algo por el estilo por intentar sacar un pellizco, cuarenta y tantos años después, de un tesoro como es la canción de Led Zeppelin, y todo por unos acordes. Si seguimos así, puede que en unos años ya no se puedan hacer canciones porque todos los acordes estarán usados y será imposible hacer nada nuevo. Bien, así ya no habrá demandas absurdas como ésta ni nada por el estilo.