Conecta con nosotros

Ni un pelo de tontos, gracias

Águilas

Ni un pelo de tontos, gracias

La creencia de que nuestra patria chica, nuestra comunidad, pueblo o tierra, pueda determinar nuestro físico, carácter o el intelecto, se convierte a veces en algo incomodo y poco agradable que puede dar rienda suelta a distintas discusiones.tonto

EL LORQUINO 29-10-2015 Nosotros, como murcianos, tenemos sobre nuestras cabezas el sambenito de ser tontos. Y tal hecho me ha ocurrido a mí recientemente, y aunque no ha sido la primera vez que se cuestiona mi inteligencia sólo por el hecho de mi procedencia, esta vez me ha molestado especialmente por el tipo de persona del que ha venido. Me encuentro en plena difusión de mi último libro, que me alegra decir que ha sido aceptado muy bien (pese a llevar unos días tan sólo), y una persona en concreto me pregunta de una forma algo intrigante, como si se sorprendiera de ello: “¿Ah, es que tú tienes carrera?” Mi respuesta, a pesar de que los demonios me llevan por dentro y lo que hubiera podido desembuchar por mi boca, me contengo y contesto con calma: “Anda, pues no sabía yo que era obligatorio tenerla para escribir”.

Omitiré el resto de la conversación, pues carece de importancia seguir dándole más vueltas, pero no me cuidaré de comentar que esa persona, a mis espaldas (¿cómo no?), ya había hecho comentarios ofensivos hacia el hecho de que fuera de pueblo; y en mi cara cuestionó que una persona que no tenga carrera pueda escribir.

Seguro que también le sorprendía que no fuera con la boina y el fajín. ¿Y con todo esto, que quiero decir? Pues no quiero más que mostrar mi indignación hacia esa gente que cree que por ser de pueblo ya eres tonto, o por no tener una carrera o trabajar en esos oficios infravalorados que muchos miran por encima del hombro. Yo no tengo una carrera, aunque me entristece decirlo, pero no por capricho, claro, pero eso no es importante. Yo he trabajado mucho para tener lo poco que tengo, igual que mis padres y los suyos.

No he tenido todo lo que hubiera querido de pequeño y quizá eso sea lo mejor que me pasó, pues ahora es cuando se valora el esfuerzo. No me avergüenzo en absoluto tener mis manos o pies con callos, ni doblar el espinazo o lo que sea. El mundo es un sitio muy complicado y no siempre estamos donde queremos estar, pero nunca es tarde para buscar tu destino. Si te gusta, hazlo y no ceses en el empeño.

No tiene que haber impedimento alguno, y ni por ser de pueblo o de campo, tiene uno que soportar que le coloquen una estampita intimidatoria diciendo: paleto. ¿Paleto? Eso es aquel que se abraza a la ignorancia, aquel que presume de no conocer y no importarle nada más allá que él mismo. Estoy muy orgulloso de ser de pueblo y sé que a mucha gente le han pasado cosas parecidas, pero reivindico que la procedencia de una persona no determinará jamás el nivel cultural, por mucho que quieran ridiculizar algunos.

Así que aquel que haya trabajado duro, sea en lo que sea y seas de donde seas, debería faltarle el sitio en su cuerpo para recoger todo el orgullo que merece.


Redacción: Fernando Cabrera. Periódico El Lorquino. 


 

 

Redacción de Periódico EL LORQUINO Noticias.

Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más de Águilas

To Top