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El torero lorquino Paco Ureña triunfa en Bilbao

Tauromaquia

El torero lorquino Paco Ureña triunfa en Bilbao

Cortó dos orejas, una a cada toro, siendo el triunfador de una tarde de duelo murciano fuera de casa en la que Rafaelillo y Manuel Escribano perdieron premio por el mal uso de los aceros.

@ellorquino| El torero lorquino Paco Ureña dio ayer un paso más en su decidido camino de convertirse en figura del toreo, al salir triunfador de la tarde en la corrida de toros que ponía fin a la Aste Nagusia de Bilbao, sobreponiéndose a las dificultades del lote de astados de Victorino Martín que le tocó en suerte.

Se trató de una corrida de toros en el tipo de la casa, predominando los típicos pelajes cárdenos y morrillos arratonados del encaste Albaserrada-Saltillo, si bien de desigual presencia, destacando sobre todo por su fondo el quinto, de nombre Pobrecillo, ovacionado en el arrastre, y el primero, difícil para estar delante, pero que daba importancia a lo que se le hacía. La corrida, sin ser la típica corrida emocionante de Victorino, mantuvo el interés del público, que ocupó algo menos de media entrada del coso de Vista Alegre.

Rafaelillo, que entró en el cartel por la vía de la sustitución, justificó sobradamente su inclusión en el cartel, pues estuvo a un gran nivel, y probablemente hubiera conseguido un trofeo de cada toro de no haber fallado con los aceros. En su primero se fajó ante las embestidas de un toro que, en sus propias palabras, “pesó” mucho en la muleta y le enjaretó tres naturales para enmarcar en una obra compacta, en la que destacaron también un cambio de mano, los remates por bajo y el pase del desdén. Remató su labor de pinchazo, estocada contraria y dos descabellos y recibió saludó una ovación desde el tercio. Al cuarto, espoleado por el triunfo de Ureña, lo recibió con una larga cambiada en el tercio y un buen saludo capotero. De su labor ante un toro alto y basto que apuntó buenas cosas en varas y banderillas y al que le tomó perfectamente las distancias y los terrenos, destacó otra tanda de naturales magnífica. La espada, de nuevo, cayó defectuosa, esta vez muy trasera y caída, y hubo de usar el descabello, lo que dejó el premio en una ovación.

Manuel Escribano sorteó en segundo lugar a un toro que se quedaba corto en su embestida y tomaba el engaño al paso y de uno en uno. El de Gerena anduvo brillante en banderillas, sobre todo en el tercer par, al quiebro, y solvente y aseado con el toro, recibiendo una cariñosa ovación tras pasaportarlo de pinchazo y estocada baja. Con el quinto, el mejor del conjunto, estuvo solvente en banderillas, donde el cornúpeta echó mano a su subalterno Juan José Domínguez, hiriéndolo afortunadamente sin consecuencias graves. En la faena de muleta, Escribano rayó al nivel de su gran temporada y se acopló con él desde el principio, en una faena que tuvo sus mejores momentos con la mano derecha, pues el derecho era el mejor pitón del toro, y que quizá careció de mayor rotundidad por el izquierdo. La espada se le fue a los bajos y hubo de usar por dos veces el estoque de cruceta, por lo que todo quedó en una ovación.

Paco Ureña brindó al público el tercer toro, de menor presencia y entidad que sus dos hermanos anteriores y por el que solo él apostó. Se fajó con él desde el principio, poniendo actitud y disposición y sacando agua de donde no la había. Su valentía ante un toro que le avisó en dos ocasiones y su creatividad, junto con una gran estocada perdiendo el engaño, fueron premiadas con una oreja.

El sexto y último de la tarde y de la feria fue recibido por Paco con un buen saludo capotero compuesto de cinco verónicas y media. El toro apuntó calidad, pero se vino abajo pronto, y el torero de Lorca, pese a algunos errores iniciales en cuanto a terrenos y distancias, acabó acoplándose con él y realizando una labor meritoria rematada de un gran estoconazo, soberbio por su ejecución y colocación, que por sí solo merecía la oreja que se le concedió.

Interesante corrida por lo tanto, especialmente para el aficionado murciano que, lamentablemente se ve privado este año de ver a Rafaelillo en la Feria de Murcia y de presenciar el duelo entre los dos toreros que se disputan el trono del toreo regional.

La ficha-resumen del festejo es la siguiente:

Plaza de Toros de Vista Alegre de Bilbao. Corridas Generales. Novena y última de feria. Menos de media entrada. Toros de Victorino Martín, desiguales de presencia y juego. 1º duro, encastado y de embestida incierta; 2º bajo de fuerza y casta; 3º con poca fuerza, de embestida corta pero noble; 4º, bravo en varas pero venido a menos; 5º con un buen pitón derecho y buen son también por el izquierdo, muy noble; 6º, noble, pero muy venido a menos.

Rafael Rubio “Rafaelillo”, de frambuesa y oro. En el 1º, pinchazo, estocada contraria y dos descabellos (Ovación con saludos desde el tercio). En el 4º, estocada muy trasera y caída y descabello. (Ovación con saludos desde el tercio tras aviso).

Manuel Escribano, de verde botella y oro. En el 2º, pinchazo y estocada baja (ovación con saludos desde el tercio). En el 5º, estocada muy baja y dos descabellos (ovación con saludos desde el tercio).

Paco Ureña, de tabaco y oro. En el 3º, gran estocada (oreja). En el 6º, gran estocada de efecto fulminante (oreja).

Incidencias: durante la lidia del quinto fue cogido en la brega el subalterno Juan José Domínguez, presentando una “cornada de dos trayectorias en el muslo izquierdo, una de 4 cm. que diseca músculo semitendinoso y provoca algún desgarro en abductores y otra descendente de 12 cm. que no provoca daños vasculares o nervios”, de pronóstico reservado, según reza el parte médico emitido desde la enfermería.


 

Redacción: Diego Antonio Reinaldos Miñarro. Periódico El Lorquino


 




Redacción de Periódico EL LORQUINO Noticias.

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