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Sangre y gloria en La Deseada

Cieza

Sangre y gloria en La Deseada

La corrida de toros de ayer de Cieza se saldó con la grave cogida del ceheginero Antonio Puerta y el triunfo de Rafaelillo y del lorquino Paco Ureña.

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04/04/2016. EL LORQUINO.

Cara y cruz de la Fiesta la vivida ayer tarde en el coso de La Deseada, ya que por un lado los diestros Rafael Rubio “Rafaelillo” y Paco Ureña se erigieron en triunfadores de la tarde, al cortar dos y tres orejas respectivamente, y por otro, el ceheginero Antonio Puerta, pagó con sangre su debut ante los toros de Victorino Martín, quien envió a Cieza una corrida desrazada en líneas generales, siendo premiado incomprensiblemente por la Presidencia el quinto con una protestada vuelta al ruedo en el arrastre.

Así las cosas, y con un cuarto de hora de retraso, se inició el festejo con una ovación de gala tras el paseíllo para los tres diestros por parte del público, que ocupaba cerca de las tres cuartas partes del aforo del coso. El primero, Petrarquista, fue una auténtica prenda, y con él Rafaelillo poco pudo hacer más que demostrar oficio y torearlo sobre los pies.

Abrió el marcador Paco Ureña al cortar una oreja al segundo, un toro soso y cornicorto que, como el primero, recibió dos puyazos sin emplearse, y que nada transmitió porque solo tomaba medio muletazo por abajo y el resto con la cara alta. Paco lo toreó con pureza y gusto, luciendo especialmente en varias series al natural rematadas con soberbios pases de pecho. Coronó su labor de pinchazo y estocada caída, acusando su lesión en la mano, y cortó el primer apéndice de la tarde.

Salió en tercer lugar un bonito astado que correspondió en suerte a Antonio Puerta, quien ya había hecho acto de presencia en un quite por verónicas en el toro de Ureña, y que ahora recibió a este toro por la misma suerte, muy encerrado en tablas. En la faena de muleta descubrimos que el animal tenía un pitón derecho de lío gordo, presentando más complicaciones por el izquierdo. Hay que decir que Puerta, pese a su bisoñez y pese a algunos lógicos defectos en cuanto a colocación, lo entendió a la perfección sobre todo en un principio, logrando conectar con el público, y a buen seguro hubiese cortado dos orejas rotundas de no haber fallado con los aceros. Pese a todo, el público y el Palco, generosos, lo premiaron con una oreja tras dos pinchazos sin soltar, bajonazo y dos descabellos.

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El cuarto no fue ningún dechado de virtudes, pero se dejó hacer, ya que tuvo movilidad y junto con el tercero fue el más potable. Se fajó por bajo con él Rafaelillo en el inicio de la faena de muleta, brindada a sus compañeros –había brindado al público la del primero–. Fue una faena donde mostró su oficio, pero desigual, donde quizá no dio el murciano del todo con las distancias del toro, pero aun así estuvo en torero y obtuvo series muy buenas, exprimiendo a un toro que probablemente tenía menos de lo que pareció. Cuando remató su labor con una media estocada de rápido efecto, fue premiado con dos orejas.

Cuando salió el quinto, de nombre Soberano, y hermano del penúltimo toro lidiado en Sutullena por Antonio Ferrera, los aficionados comentaban que hacía falta que saliese el toro con emoción que permitiese una faena con suficiente rotundidad como para hacer crujir los cimientos de La Deseada. Lamentablemente no fue así, ya que este animal, que tomó dos varas, una de ellas muy larga con cierto empuje, pecó después de sosería y falta de transmisión, pese a lo cual Paco Ureña lo toreó muy reposado, sereno, a veces hierático y mayestático, en muletazos que casi siempre tuvieron que ser de uno en uno, provocando al cornúpeta, pero que transmitieron al tendido por el clásico y a su vez renovado concepto del toreo mostrado por el lorquino. Mató de estocada hasta la bola, algo desprendida pero de efecto fulminante, y cortó dos orejas, siendo premiado sorpresivamente el toro con una protestada vuelta al ruedo.

Teniendo sus compañeros abierta la Puerta Grande, Antonio Puerta salió a darlo todo en el sexto, un toro complicado, mirón, sin fijeza y que embestía con la cara alta, midiendo en cada momento al diestro de Cehegín. Lo avisó en dos ocasiones, especialmente a mitad de un natural en el que Puerta aguantó impertérrito los pitones en el pecho, pero a la tercera le echó mano y le hirió certeramente en el gemelo izquierdo, con una cornada de 25 cm en el mismo sitio donde se produjo el año pasado la herida de Madrid. El desconcierto se adueñó del ruedo entre las cuadrillas y sus compañeros, que salieron en su ayuda, llegando el toro a voltear a Paco Ureña, afortunadamente sin consecuencias. El toro se hizo dueño de la situación, pero Rafaelillo pudo al final acabar con su vida con oficio, poniendo así punto final a una tarde que parecía que iba camino de la triple Puerta Grande pero en la que tanto Rafa como Ureña acabaron saliendo a pie por respeto a su compañero herido en un gesto antiguo de toreros honrados que dice mucho de la calidad profesional y humana de ambos.

Ficha-resumen del festejo:

Plaza de toros de Cieza. Corrida Torista Extraordinaria con toreros murcianos.

Toros de Victorino Martín, correctos de presencia para la plaza y bajos de raza en líneas generales, sobresaliendo el pitón derecho del 3º y algunas embestidas del 4º. 1º y 6º pitados, 3º ovacionado, resto silenciados o aplaudidos ligeramente. El 5º fue premiado de manera sorprendente con una vuelta al ruedo en el arrastre protestada.

Rafael Rubio “Rafaelillo” (de sangre de toro y oro), ovación y dos orejas.

Paco Ureña (de azul cobalto y oro), oreja y dos orejas.

Antonio Puerta (de rosa palo y oro), oreja y cogido. Remató al toro “Rafaelillo” (silencio).

Parte médico de la cornada de Antonio Puerta: “Herida por asta de toro en el gemelo de la pierna izquierda con una trayectoria ascendente de 25 cm que provoca destrozos musculares. Pronóstico grave.” Operado en la enfermería por el equipo del Doctor Ricardo Robles. Trasladado al Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia.

Entrada: entre dos tercios y tres cuartos de entrada.

Incidencias: tiempo soleado y apacible. El festejo se inició con un cuarto de hora de retraso y los toreros fueron ovacionados al término del paseíllo, recibiendo Rafaelillo y Ureña un premio por parte del Club Taurino de Cartagena. Asistió el Presidente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, quien contempló el festejo desde una barrera de callejón acompañado del diputado nacional Teodoro García y del ganadero. Cerca de la plaza se concentró una manifestación de entre cincuenta y setenta antitaurinos, sin producirse afortunadamente altercado alguno.

Informa: Diego A. Reinaldos Miñarro, para Periódico El Lorquino

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Redacción de Periódico EL LORQUINO Noticias.

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